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El consumo de AOVE, beneficioso para los pacientes que sufren de lupus

26-Aug-2021 | Sector

Lupus

 

El consumo de aceite de oliva virgen extra es beneficioso para la salud. Punto y final. Pero, tras esa afirmación tan categórica como cierta, la ciencia poco a poco va hallando nuevas aplicaciones específicas para situaciones clínicas concretas, en las que la introducción de este oro líquido en las pautas nutricionales de pacientes tiene consecuencias muy positivas. Es el caso del lupus, una enfermedad autoinmune que provoca que sea el propio organismo el que ataque a los tejidos y órganos de las personas que lo sufren. 

El lupus es una patología complicada de diagnosticar, ya que comparte ciertos síntomas con otras enfermedades más comunes, como la inflamación, las erupciones cutáneas, la fiebre o la fatiga, entre otros. Aunque actualmente no existe una cura, ciertos tratamientos a base de medicamentos y de buenos hábitos de salud pueden ayudar a mitigar sus efectos. Además, tal como ha constatado en recientes estudios la Universidad de Granada y la Universidad de Sevilla, el aceite de oliva virgen extra puede tener un papel importante en ello. 

Los pacientes que sufren de lupus eritematoso sistémico (LES) pueden vivir una mejor evolución de su patología si adaptan sus patrones nutricionales a los de la dieta mediterránea, con una gran presencia de AOVE entre los productos incluidos. Este beneficio radicaría, sobre todo, en las capacidades antiinflamatorias del aceite de oliva virgen extra, lo que unido a una alimentación saludable, a la limitación del consumo de carnes procesadas y alimentos azucarados, se asocia con menor actividad y daño orgánico en pacientes con lupus.

 

Causas desconocidas

Uno de los principales problemas de sufrir lupus es que, hasta la fecha, resulta imposible determinar sus causas. Puede deberse a una infección puntual, a la excesiva exposición a la luz solar, mal estilo de vida o a reacciones adversas a medicamentos, pero en todos los casos sí está probado la negativa incidencia de una mala alimentación o de cuadros de sobrepeso y obesidad.

La interacción entre la predisposición genética y esos factores de riesgo puede dar pie a la aparición de la patología. Pero ahora, tal como han demostrado los estudios de la Universidad de Granada y la Universidad de Sevilla, sabemos que el estilo de vida y la alimentación es crucial: un mal estilo de vida puede suponer un factor de riesgo para la aparición de la enfermedad; un buen estilo de vida puede ayudar a paliar sus efectos una vez ya ha aparecido.

Por ello, el consumo de AOVE en el marco de una alimentación saludable, equilibrada y adaptada a las necesidades nutricionales individuales de cada persona puede ser no solo un gran tratamiento, sino una gran prevención. La mejor manera de tratar un problema de salud es creando el ecosistema necesario para evitar su aparición, y una buena dieta, con ayuda del aceite de oliva virgen extra, puede ser la mejor manera de mantener a raya al lupus y otros muchos problemas de salud.