No es oro todo lo que reluce. Y, cuando hablamos de aceite de oliva virgen extra, oro líquido, el refrán se aplica igualmente. El AOVE es una bendición para la salud de cualquier persona, y su consumo está repleto de beneficios que pueden ayudarnos a mejorar desde la salud general hasta afecciones específicas de múltiples patologías. Pero, para eso, tenemos que estar seguros de que el aceite de oliva virgen extra que consumimos tiene los niveles de calidad adecuados. Porque, por desgracia, en la industria hay malas prácticas y ventas de productos que no son lo que dicen ser.

El punto de partida está claro: el aceite de oliva virgen extra es el de mayor calidad, menor nivel de procesado y menor exposición a altas temperaturas y, por supuesto, el que mayor impacto positivo puede tener en nuestra salud. Por tanto, vender un producto de baja calidad haciéndolo pasar por aceite de oliva virgen extra no es únicamente un engaño, sino un riesgo para la salud de quienes lo consuman.

Lo que algunas empresas fraudulentas han intentado comercializar como aceite de oliva virgen extra es, en realidad, un aceite vegetal a base de mezclas de semillas que suponía un riesgo para la salud pública, al carecer de uno de los elementos más importantes en la industria alimentaria: la trazabilidad. Es decir, no había manera de conocer el origen y trayectoria desde que el producto era elaborado hasta que se ponía a la venta y, por tanto, al alcance del público.

Ha sido la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) la que ha detectado el fraude, que incidía especialmente en las comunidades autónomas bañadas por el Mediterráneo, como Cataluña, Murcia y la Comunidad Valenciana, además de otras regiones como el País Vasco.

Por este tipo de malas prácticas es tristemente necesario que el propio consumidor sea vigilante y mantenga un sentido crítico a la hora de seleccionar los productos y las marcas que se lleva a casa. En este caso, lotes de marcas como Rahoouyi, Virgen de la Salud, Zannouti, La Noria o Maysae, entre otras, incluían aceite de oliva falso. Pese a que las autoridades ya se han encargado de retirar estos productos de los lineales, muchos consumidores ya tienen el producto en sus hogares, potro lo que conviene alertar y prevenir posibles problemas.